Gabriel García Márquez:
Escritor colombiano, Gabriel García Márquez es uno de los grandes novelistas del siglo XX, renovador de la literatura en español y figura clave en el auge del llamado realismo mágico.
Gabriel José García Márquez nació en Aracataca (Colombia) en 1928. Tuvo una infancia marcada por la influencia de su abuelo materno, coronel del ejército y de fuertes convicciones liberales, hasta que en 1936 se instaló con sus padres en Sincelejo aunque poco después comenzaría sus estudios en Barranquilla. . Cursó estudios secundarios en San José a partir de 1940 y finalizó su bachillerato en el Colegio Liceo de Zipaquirá, el 12 de diciembre de 1946. Se matriculó en la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional de Cartagena el 25 de febrero de 1947, aunque sin mostrar excesivo interés por los estudios.
Su carrera de escritor comenzará con una novela breve, que evidencia la fuerte influencia del escritor norteamericano William Faulkner: La hojarasca (1955).
Casado en 1958 con Mercedes Bacha, García Márquez comienza un periplo de viajes como corresponsal que lo llevará de Barranquilla a Nueva York y finalmente a México. La afinidad del escritor con la Revolución Cubana y su amistad con Fidel Castro dificultaron su estancia en Estados Unidos y en otros países de América Latina. De esta época son sus obras El coronel no tiene quien le escriba o La mala hora.
Es en 1967 cuando Gabriel García Márquez publicó una de sus novelas más conocidas, Cien años de soledad, obra que ha vendido millones de copias en todo el mundo y que ha sido traducida a decenas de idiomas. Márquez desarrolló una importante carrera literaria con obras como Relato de un náufrago o El otoño del patriarca, al mismo tiempo que publicaba numerosos ensayos, impregnados de sus ideas políticas.
En 1981 se consagra definitivamente con Crónica de una muerte anunciada, novela que inclina a su favor la balanza del Premio Nobel de 1982. Con posterioridad llegarían otras obras maestras como El olor de la guayaba o El amor en los tiempos del cólera.
Gabriel Garcia Marquez un día dijo:
“Mi problema más importante era destruir la línea de demarcación que separa lo que parece real de lo que parece fantástico. Porque en el mundo que trataba de evocar, esa barrera no existía. Pero necesitaba un tono inocente, que por su prestigio volviera verosímiles (creíbles) las cosas que menos lo parecían, y que lo hiciera sin perturbar la unidad del relato. También el lenguaje era una dificultad de fondo, pues la verdad no parece verdad simplemente porque lo sea, sino por la forma en que se diga.”
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